El pasado julio estuve en Turquía con dos amigas. Era la finalización de mis clases y el inicio del verano. La pasamos muy bien, comimos delicioso. Los turcos, bueno te hablan en cualquier idioma con tal de venderte algo. Nos oian hablando en español y entonces nos preguntaban: Colombia? México? Brasil? España? Y nosotras nos enojábamos, pues siempre nos decían esos 4 países, como si esos fueran los únicos países que hablaran español... Entonces empezamos a decir que éramos de Tangamandapio (de donde es Caimito el cartero, el de Chavo del 8, recuerdan?). Y que hablábamos tangamandapiense...
Fuimos primero a Capadoccia. Ahí nos hospedamos en un hotel-cueva. Son unas opciones muy interesantes de considerar como vivienda, pues se mantienen siempre a una misma temperatura (14 grados centígrados), ya sea que afuera esté a 40 grados (en verano) o a 0 o menos grados (en invierno). También anduvimos en globo al amanecer y fuimos a visitar casas-cuevas, iglesias-cuevas, todo menos la bati-cueva....
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| Hotel Cueva, Capadoccia |
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| Jauría de perros en el horizonte |
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| Nuestra propia sombra |
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| Ayuda saliendo del globo (no que la necesitara... pero bueno, si me quieren tratar como princesa otomana... no me niego!) |
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| Equipo de apoyo en tierra (machos turcos para todo gusto). Notar mi medalla! |
Como recordarán de la trivia, los cristianos se escondieron en las casas-cueva por no sé cuántos años. Luego como que hubo un acuerdo para que los cristianos se fueran a vivir a no sé dónde, y los musulmanes de ese no sé dónde, se venían a Turquía. Entonces era interesante ver que las caras de las pinturas (frescos) en las paredes de las iglesias-cuevas originalmente cristianas, estaban siempre rayadas o deterioradas (no tengo fotos pues no dejaban). No era cuestión de deterioro, pues el resto del cuerpo estaba en un mejor estado. Bueno, pues según explicó el guía, cuando los musulmanes llegaron a vivir a las cuevas, consideraron, conforme el islam, que las pinturas de personas (santos, ángeles, vírgenes y demás) era idolatría, y como ellos no aceptan la idolatría, entonces la solución fue pasarle rayones a las caras.
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| El Bugs-Bunny siniestro... |
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| Haciendo mi propia vasija |
Luego de 3 noches, nos fuimos a Istambul a visitar los lugares famosos de los sultanes y demás. Fue la primera vez que pude entrar en una mezquita (la Mezquita Azul). Como mujer, por supuesto tenías que entrar tapada por todo lado, y no se imaginan el olor a pie (pues hay que entrar sin zapatos y había mucho turista).
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| La Mezquita Azul |
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| Las 3 Marías... |
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| Hagia Sophia |
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| Hagia Sophia (iglesia, primero cristiana y luego musulmana). Ahora museo |
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| Frescos que aun quedan en Hagia Sophia... mezcla de dos religiones |
No sé cómo podrán rezar luego con esa estela de olores!! Tal vez quedan en estado de inconciencia! Los turistas pueden entrar a las horas en que no se está rezando. Luego fuimos a otro lugar famoso (Top Kapi), que era un palacio donde vivían los sultanes, su harem y demás. En fin, allá en uno de los salones había una gran fila, por lo que suponíamos que había algo interesante. Así que ni modo, hicimos la fila. Resulta que ahí estaba supuestamente el bastón de Abraham, y el tabernáculo o qué sé yo de Moises. Pero el "clímax" era ver la huella del profeta (Mahoma), comprenderán que los musulmanes estaban muy emosionados al respecto. Lo que pasa es que, según me había explicado una vez mi amigo saudí, para los musulmanes, el Corán es como el libro que sigue después del Nuevo Testamento (el tercer libro), por eso muchas de las personas que aparecen en la Biblia, también son personajes en el Corán.
Pero resulta que en la fila ya adentro, que iba como a 0,001 por hora, había un tipo impaciente que se nos metía (colaba en la fila), y ya nos tenía cansadas. La cosa es que cuando nos vamos acercando a la famosa y esperada huella del profeta, el tipo se nos mete y se pone al puro frente, y bueno, yo me hice a su derecha, y mi otra amiga quedó a su izquierda. Las dos tratando de estirar el cuello como avestruces para ver la huella (que parecía, por su tamaño, que Mahoma hubiera medido 3 metros para necesitar unos pies tan grandes). Pero recién nosotras tratando de asimilar lo que veíamos, y en eso el tipo metido nos distrae al empezar a sacar sigilosamente su celular para tomarle una foto (lo cual era prohibido). Mi amiga, que es delgada y pequeña, pero carga pesada, y yo que a pesar de mi cara inocente, mirada de santa y sonrisa encantadora, no aguanto a los que se quieren pasar de listos, le dijimos al mismo tiempo y a grito pelado: "AQUI NO SE PUEDEN TOMAR FOTOS!!!" Al tipo casi le da un colapso nervioso! Primero porque está acostumbrado a mujeres mansitas, que no se atreven a levantarle la voz, y segundo, el haber sido acusado de estarle tomando fotos a la huella... bueno, el hombre casi se le cae el celular. Nosotras nos moríamos de risa de ver que le dijimos lo mismo al mismo tiempo. En fin, de la risa nos tuvimos que salir de la sala, y al ratito sale nuestra otra amiga, toda brava, diciéndonos que por andar riéndonos, nos perdimos también de ver las barbas del profeta! jajaja En fin, ese fue el lema todo el resto del paseo: "Por las barbas del profeta, te aseguro que ..." o "Por las barbas del profeta, si vuelvo a oir ..." "Por las barbas del profeta, si no me traen la comida ya...." Nos hicimos llamar las Guardianas de la Huella (y de paso de sus Barbas también!!) A lo mejor tenga que volver a Turquía para ver bien la huella, y ni se diga, las barbas también...
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| Top-Kapi |
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| Entrada al Harem de Top-Kapi |
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| Ropa del sultán |
Una noche que veníamos camino al hotel, oimos a un turco atrás nuestro que nos decía cosas en turco. Como había estado lloviendo un poco antes, las 3 llevábamos un paraguas cada una. Bueno, pues al oir al tipo atrás nuestro, yo empiezo a cerrar mi paraguas que era de esos largos, pues cerrado era más fácil golpear, de ser necesario. La otra amiga, más bien tenía de esos paraguas que hay que estirar el palo/mango antes de abrir. Bueno, ella empieza a extender el mango de su paraguas, para que quedara como bate y alistarse para darle la estocada final al turco, de ser necesario. Mientras que la tercera amiga, quien era ya su 6ta vez en Turquía, más bien toda tranquila y nos decía: "Relax, relax, no pasa nada". Nosotras, las Guardianas de la Huella, le decíamos a ella que acelerara el paso. Bueno, pues cuando oímos al turco más cerca y nos volvimos para darle de sombrillazos al pobre hombre, resulta que él más bien iba hablando por teléfono... así que la serie de improperios en turco que nos imaginamos nos venía diciendo... pues nada, era que venía hablando por tel.... De la que se salvó!! Grrrrrr!! Nadie se mete con las Guardianas de la Huella!!
Mi amiga, que es excolega, como les digo, era la 6ta vez que venía a Turquía. En todos los viajes anteriores siempre hubo un galán turco involucrado (dos en total: Turco #1 (3 viajes) y Turco #2 (2 viajes)). Así que su % de efectividad iba al 100%. Pues bueno, qué se iba a imaginar ella que al viajar con las Guardianas de la Huella, no se le iba a acercar ni una mosca, pues nosotras siempre estábamos listas para volar sombrillazos a quienes atravesaran la línea imaginaria del espacio privado! En fin, no pudo ni recuperar la inversión que hizo en salones de belleza antes de nuestro viaje, ni se diga del tiquete y hospedaje.... Es que nosotras estábamos ya cansadas de los vendedores que se nos acercaban a preguntar que de dónde éramos y demás, solo para luego tratar de vendernos sus productos. La otra Guardiana y yo éramos firmes en no hacer contacto visual. Pero la otra, les respondía siempre que podía, les daba explicaciones, les prometía volver, etc. Ni se diga el anfitrión de un restaurante que nos convenció de entrar. Era de noche y la Guardiana y yo no teníamos mucha hambre, así que pedimos sopa de lentejas. Pues resulta que la sopa estaba bien maluca, entonces el anfitrión llega a ver qué pasaba, le decimos, y en vez de solucionar, nos dice que es que a quién se le ocurre pedir sopa del día en la noche....Ufff pobre... no sabía con quién se estaba metiendo.... Su orgullo fue objeto de unos cuantos sombrillazos...
En fin, fue un lindo viaje. Comimos super rico, y la verdad que es un país muy grande, vale la pena volver y explorar otros pueblos, comidas, olores y sabores! A la vez, queda la curiosidad de conocer a los turcos del día a día, no los que tienen que interactuar con los turistas, para conocer mejor sus costumbres, modos de vida, etc.
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| Bazar, Istambul |
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| Postre: Kunefe (de queso) |
