viernes, 21 de diciembre de 2012

Aventura marroquí




Pues me fui a Marruecos con 3 compañeras (de Perú, Canadá y Finlandia), resulta que había un grupo de estudiantes de mi uni que están terminando su maestría que iba a para allá (por 10 días, nosotras solo íbamos 4 pues todavía teníamos clases, esta gente no, solo escriben su tesis), bueno, pues ellos nos recomendaron un hostal “muy céntrico”. Cuando llegamos a Marruecos, nos recogen los del hotel, y nos bajan en el mero centro de Marrakech… era como bajarse en el mercado central o algo así, y un galán (guapetón) nos estaba esperando. Empezamos a seguirlo pues nos iba a llevar al hotel, y nos  metía en unas callecitas que ni les cuento… la peruana iba toda asustada y a ratos paraba y decía que ella no seguía, pero las otras dos que eran más frescas (creo que todavía no tienen desarrollado, por razones obvias, el instinto del peligro), iban detrás del marroquí como si fuera el Flautista de Hamelin... Y yo en el medio, sabía que las cosas no pintaban tan bien, pero la otra gente que nos indicó del hotel se había ido como 3 días antes, y suponía que si se hubieran cambiado, nos hubieran avisado (a no ser que los hubieran secuestrado desde entonces!! Jajaja). Entonces era una lucha interna entre lo que veía y lo que la lógica me decía… Bueno, pues lo seguimos por las callecitas extrañas, y finalmente llegamos al hostal. Estaba bien, solo era el camino que nos daba un poco de miedo. Ah, y resulta que los cuartos no tenían llaves.

Camino al hotel....
Sí... por aquí caminábamos para ir al hotel....


 Bueno, en la noche nos fuimos a caminar por ahí, al mercado que es famoso, pero claro, no es ahí donde van la créme de la créme de Marruecos, y mientras que la peruana y yo íbamos con la cartera bien agarrada, las otras dos andaban con sus carteras como si estuvieran caminando en Oslo o Estocolmo… y vieras qué risa, los carros y los embotellamientos, típicos de países en desarrollo, entonces tuvimos que darles una clase intensiva de cómo cruzar calles en medio de los carros, la más diestra era la peruana! Jaja 


Para volver a nuestro hotel en la noche, nos dimos una perdida de cómo 2 horas, y fue algo estresante pues nadie habla inglés, y después de cierta hora, solo andan hombres en la calle, y a veces nos decían cosas que ni entendíamos (incluso mocositos de 14 años o así). Solo entendimos una vez que nos gritaron: Spice Girls!!

Bueno, la cosa es que una gringa en el hotel nos recomendó hacernos un “hamman”. Resulta que es algo muy típico de allá, es entre masaje y exfoliación. Nos dijo que la sra que cocina en el hotel, que también trabaja ahí, que podíamos coordinarlo con ella.  Que no nos iba a decir mucho, que era algo que teníamos que experimentar. Le dijimos entonces a la tal Fátima que queríamos una cita en el spa donde ella trabaja (no sé de dónde saqué yo que era un spa…. Qué equivocadas que estábamos!!) Y ella nos dijo en su medio inglés, que el lunes a las 3.30pm, y que el costo eran 12 Euros (nada mál, no??!). Bueno, pues yo sí había llevado bikini, pero mis compañeras no, así que fuimos al mercado a comprarles boxers de hombres para llevar al spa. 

Comprando boxers

Bueno, llega el gran día, y primero tuvimos que tomar un carruaje para llegar a nuestro hotel para encontrar a Fátima, pues nos agarró tarde. Así que como princesas, llegamos jaladas por nuestros corceles.




Bueno, Fátima nos había dicho que el lugar quedaba a 3 minutos caminando del hotel, lo que me hacía pensar que por la ubicación y el costo, no debía de ser nada muy fino que digamos. Cuando ya nos íbamos, Fátima nos dice que le paguemos antes, y luego casi saliendo dice que no llevemos plata, teléfono, ni nada de valor… y que llevemos nuestro propio shampoo y toalla…. Ajá…. Spá?… cada vez más confusas las cosas…. Bueno, antes de seguirles con el cuento, la noche anterior nosotras conversábamos sobre lo que podría ser este Hamman… entonces una de las compas decía que su miedo y lo que definitivamente NO quería, era estar en medio de un cuarto y todo el mundo viéndola y pasando por ahí, nosotros la tranquilizamos y le dijimos que eso no creíamos que fuera a pasar, que estaba loquita, que íbamos a tener privacidad. La otra decía que lo que no quería, era que le pasaran un estropajo en sus partes nobles superiores. Y yo además de todas las anteriores, les decía que yo me iba a asegurar de llevar mis chancletas en todo momento, pues ya estaba sospechando que la cosa iba a ser algo “rústica”. Bueno, pues llegamos al spa…. Como ya habrán sospechado… qué spa ni qué ocho cuartos!! Era un baño público (solo mujeres). Bueno, pasamos al vestidor, y ahí Fátima nos dice que nos quedemos solo en calzones. Yo muy recatada me puse mi bikini (parte de abajo Y arriba), y las otras se pusieron su bóxer y se taparon con su paño. Bueno, en eso aparece la tal Fátima slo c﷽﷽﷽﷽﷽﷽lotas, su toalla. Bueno, en eso aparece la tal Fcatada me puse mi bikini (parte de abajo Y arriba), y las otras chicasólo con calzones (lo cual ya era un shock para nosotras después de haberla visto todos los otros días toda tapada de pies a cabeza, ya saben, como mujer musulmana, y que luego la veamos semi-desnuda). Bueno, pues lo primero que hizo fue jalarme mi parte de arriba del bikini, y me dijo: “This, out!”…. así que ni modo…. Pero me tapé con el paño. De ahí nos meten como a un sauna (aunque no tan caliente, por dicha), y habían un montón de mujeres en pelotas o en calzones, con baldes de agua caliente, sentadas en banquitas, algunas haciéndose el hamman solas, otras siendo restregadas por sus amigas, así como lo más normal... Y bueno, ahí Fátima y otra señora, nos hacen jalados los paños….

En fin, nos sientan en el piso a las 4, sobre una alfombrita, y ellas dos en unas banquitas, y entonces empiezan a echarnos agua….nos sentíamos como en una cárcel de mujeres…. Y es que era un baño público (económico), adentro todo lleno de vaho, húmedo, en tinieblas, y bueno, te tiraban el agua. Luego nos untaron no sé qué cosas, y bueno, qué les puedo decir… TODOS los temores, hechos realidad… con el estropajo, en pleno baño público, nos restregaron todo lo que el bóxer/bikini no tapaba… las chancletas…. Me las quitaron…. luego nos mandaban a acostar un rato en otro cuarto, ella lo tomaba a uno de la mano (porque podíamos resbalarnos) y te llevaba a otro cuarto, y luego te indicaba una esquinita en donde había que acostarse en el piso, que estaba caliente, y quedarse un rato ahí, dando vueltas boca arriba y boca abajo como un pollo a las brasas, y luego nos venía de nuevo a recoger, para otra restregada y lavarnos el pelo…. Bueno, la parte final lo llevaba a uno otro cuarto más oscuro, le decía a uno que se pusiera contra la pared, y en lo que uno estaba en esas, te bajaba el único poco de dignidad que aun llevaba puesto, y te tiraba el último baldazo de agua…luego salía uno al “vestidor” y fin de la historia…. Nada más rogando para que no se hubieran robado la ropa, pues ahí llegaba cualquier tipa y mientras estábamos adentro, podía llevarse algo!! Pero no, todo estaba perfectamente en su lugar. Y ese fue el clímax del paseo. Creo que si uno sabe cómo es la cosa de antemano, NO lo hace, pero cuando ya está uno en esas, y por no hacer un desplante o qué sé yo… tal vez curiosidad… ya solamente se deja llevar por la corriente a donde lo lleve….

Luego en la noche, con la otra sra que nos hizo el hamman, aprendimos a cocinar tagine, super rico!! Si hubiera tenido más espacio en mi salveque me compro uno!

Aprendiendo a hacer tagine




Voilá!!! Tagine!!
Me gustaría volver para hacer el safari del desierto, aunque se preven noches frías... pero qué puede ser peor que las noches frías a 4000 metros, como fue en Cusco.... Será que nunca aprendo?? 

Cáctus conocido en Perú como la "silla de la suegra"


Modelando ropa marroquí


Mercado de especies

Zapatos marroquíes